La evolución constante de la tecnología es un desafío para las normativas que rigen su aplicación. El desfase entre legislación y avances tecnológicos puede generar inconsistencias que se ven reflejados en la seguridad de los usuarios, o incluso en la calidad de los procesos. En el caso de la energía eléctrica, los desarrollos en el área de eficiencia, control y calidad ofrecen mejoras que son necesarias integrar en los estándares legales para mejorar la calidad de la infraestructura energética y el bienestar de los consumidores.
Este mes de julio entró en vigencia el Pliego Técnico RTIC N°2 perteneciente al Reglamento de Seguridad de las Instalaciones de Consumo de Energía Eléctrica, normativa que viene a sustituir la Norma 4, con 18 años de vigencia desde el 2003, actualizando la legislación y creando un marco para una fácil actualización con base en la evolución de la tecnología y los estándares de calidad internacionales e independientes.
De acuerdo a Luis Ávila Bravo, Superintendente de la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustible), “esta actualización normativa es un importante avance, no sólo para el sector eléctrico, sino que, para toda la ciudadanía, ya que regula las instalaciones que usamos las personas en forma cotidiana.”
El recorrido hacia la nueva normativa inicia con un documento de la SEC del año 2012, titulado “INFORME DE DIAGNÓSTICO DE LAS NORMAS SEC” dedicado a evaluar la NORMA Nch Elec.4/2003. De acuerdo a los hallazgos de la SEC y según publica la CORNELEC (Corporación Chilena de Normalización Electrónica), la creación de un nuevo marco regulador para la seguridad de instalaciones de consumo eléctrico tiene entre sus objetivos:
Los objetivos de la normativa plantean una serie de retos para todos en la industria de las instalaciones eléctricas, desde los fabricantes de infraestructura, pasando por los encargados de diseñar soluciones para los clientes, hasta los que implementan, operan y mantienen estos proyectos. Todo con la finalidad de garantizar un mejor servicio con menos interrupciones, mejor calidad de suministro, más confianza en facturación y mayor seguridad para los usuarios.
En ese último apartado, y como resalta Mariano Corral, Jefe de División de Ingeniería de la SEC, en las charlas organizadas por la superintendencia, la electrocución es una de las principales causas externas de fatalidades en ambientes laborales y en la vía pública en Chile entre los años 2007 y 2013. Sin embargo, la introducción de la Norma 4 en 2003 y el D.S. 298 en 2006 marcaron el inicio de una tendencia a la baja, demostrando como la actualización de los estándares de seguridad contribuye a la disminución de accidentes.
Un estudio de riesgos potenciales del año 2011 mostró como hasta un 51% de las instalaciones en Chile presentaban al menos un defecto grave, y un 24% presentaba dos, mostrando la necesidad de hacer una actualización extensa y detallada de los distintos aspectos técnicos para garantizar un estándar de funcionamiento seguro para operadores y usuarios.
La nueva normativa incluye en su Artículo 12 pliegos técnicos que rigen aspectos de planificación, equipos, eficiencia, operación y mantenimiento; los cuales son de fácil actualización para irse ajustando a los avances tecnológicos.
Los 19 pliegos técnicos incluidos en la nueva legislación son:
Uno de los factores clave de la seguridad en instalaciones eléctricas es el tablero, el cual agrupa y resguarda los equipos desde los que se protegen y operan toda la instalación o parte de ella”.
La nueva normativa recogida en el RIC No. 2, busca ajustar la legislatura a estándares de calidad nacionales e internacionales y establecer las responsabilidades en el proceso de diseño, instalación y operación de los tableros, requiriendo no solo el cumplimiento de niveles de calidad en los componentes sino en todo el proceso de puesta en marcha, con el fin de garantizar la seguridad tanto de operarios como de la red.
Pensando en el factor modernización, la nueva ley busca ir al compás de los avances tecnológicos en materia de tableros, lo cual incluye componentes inteligentes que brindan información valiosa del estado y funcionamiento de los equipos, permitiendo anticipar fallos y planificar mantenimientos que garanticen la continuidad del flujo eléctrico.
Un punto interesante contenido en los pliegos normativos es lo recogido en el RIC No. 7, relacionado con Instalaciones de equipos. Dentro de este, se indica en el punto 5.6 (Protecciones y comando de motores) que todo los motores deben contar con protección diferencial, además de protecciones de sobretensión permanente, y transitoria, sumado a una protección de asimetría para los motores de 5 HP en adelante.
Por otro lado, el RIC No. 11: Instalaciones Especiales define en su punto 13 la Faena Minera como el conjunto de edificaciones para el desarrollo de actividades de explotación o extracción de minerales, indicando las normativas que deben cumplir las instalaciones mineras del país. En este apartado se explica que dichas instalaciones pueden estar diseñadas en conformidad con la norma NFPA 70 (NEC: National Electrical Code), es decir, que se permite el uso de equipamiento o tecnología con normativa americana.
Esto plantea un desafío a las industrias, que deben buscar productos y servicios que estén ajustados a los requerimientos de seguridad y calidad que demanda la nueva ley.
PRECISION pone su experiencia a tu servicio, ofreciendo soluciones ajustadas a las normativas vigentes de seguridad.
Pensando en lo recogido en el pliego técnico 7 (control y comando de motores), las exigencias de la nueva normativa pueden ser cubiertas con nuestro relé de sobrecarga electrónica E300, que cuenta con distintas protecciones de corriente, voltaje y potencia, como desequilibrio, nivel mínimo/máximo, además de permitir medir la potencia y energía de consumo del motor, lo que los hace ideal para un monitoreo total de la carga.
Respecto a la protección transitoria de sobrevoltajes, contamos con la familia 4983 que cubre las necesidades de la nueva normativa teniendo en cuenta que su instalación debe hacerse en coordinación como las protecciones instaladas en los tableros alimentadores.
Productos como el Centro de Control de Motores Centerline 2500, de Rockwell Automation, con un diseño flexible que se ajusta a las necesidades de arranque y control, conforme a las normas IEC 61439-1 e IEC 61439-2.
Igualmente, el Centro de Control de Motores Centerline 2100, cumple con los niveles de seguridad que la norma NFPA 70 exige, lo cual los hace ideales para ajustarse a la nueva normativa para instalaciones en operaciones de minería.
Entre sus características más destacadas de los centros de control de motores Centerline podemos mencionar:(*)
(*)Las características específicas varían según el modelo.
La tecnología ArcShield ofrece mayor protección contra los peligros de arco eléctrico, el uso de envolventes resistentes a los arcos le ayudará a proteger a su personal y al equipamiento alrededor del Centro de Control de Motores, ya que la principal función del equipo es soportar la energía producida como reacción ante un arco eléctrico sin destruirse bajo una condición de duración de hasta 300 ms para 480 V y 65 kA, en conformidad con la norma IEC/TR 61641.
Como parte de sus características se tiene:
Si desea mejorar aún más la detección y contención de los arcos eléctricos, se ofrece como opción una tecnología de detección de arco eléctrico óptica y de corriente para uso con dispositivos de acción rápida de cortocircuito mecánico con el fin de interrumpir rápidamente el suministro para evitar que el evento se expanda.
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